2.-
Un robot debe de obedecer las órdenes
dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con
la 1ª Ley.
3.-
Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección
no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª
Ley.”
-Isaac
Asimov
Estas leyes surgen como medida de protección para los seres humanos. Según el propio Asimov, la concepción de las leyes de la róbotica quería contrarrestar un supuesto “complejo de Frankenstein,” es decir, temor que el ser humano desarrollaría frente a unas máquinas que hipotéticamente pudieran revelarse y alzarse contra sus creadores. De intentar siquiera desobedecer una de las leyes, el cerebro positrónico del robot moriría. A un primer nivel no representa ningún problema dotar a los robots con tales leyes, a fin de cuentas, son máquinas creadas por el hombre para su servicio. La complejidad reside en que el robot pueda distinguir cuáles son todas la situaciones que abarcan las tres leyes, o sea poder deducirlas en el momento. Por ejemplo saber en determinada situación si una persona esta corriendo peligro o no, y deducir cuál es la fuente del daño.

Asimov
crea un universo en el que los robots son parte fundamental a lo largo de diez
mil años de historia humana, y siguen teniendo un papel determinante durante
diez mil años más. Es lógico pensar que el nivel de desarrollo de los robots
variaría con el tiempo, incrementándose su nivel de complejidad cada vez más.
Según Asimov, un robot no razona, es lógico.
Cambios
La evolución aun nos deja mucho de qué hablar, pero el hambre del ser humano por el conocimiento es voraz y estos dos temas abarca una gran importancia en nuestro tiempo y en los años venideros; el encontrar una máquina que pruebe dar indicios de que se vea como un “yo” de que entienda cómo funciona su creatividad, será la parte en donde la conciencia se tomará de otra manera, refiriéndose a las máquinas de nuestro futuro.
El tener conciencia del “uno” como existencia,
como ser pensante y que tenga
alternativas, será una etapa de desafíos para la máquina y la humanidad.
Sabemos que un tipo de inteligencia de
artificial es ya una realidad, que se
usa en reconocimiento de imágenes, voz detector de elementos en fotografías,
autos inteligentes, etc; pero aún sigue teniendo un abismal camino a lo que nos
muestra la ciencia ficción y que los científicos quieren lograr.
De tras de toda la magia de nuestros dispositivos,
están las grandes empresas como Google, Facebook, Sentient (este último presumiendo, sobre la capacidad
de conectar cientos de mi les de ordenadores a internet para que trabajen
juntos, como si fueran una sola máquina.) entre otras. Pero ninguno ha
logrado obtener de la maquina o de
ciento de ordenadores creados; que la maquina por si misma decida y escoja su rol
dentro de la sociedad humana. En pocas palabras aun las maquinas no tienen
conciencia de lo que son. No son capaces de usar su creatividad, ni reflexionar
por sus acciones, de tener pensamiento o sueños y algo que se habla mucho en libros y películas de ciencia
ficción es que: no tienen sentimientos.
Cabe mencionas que será, a mi punto de vista un
gran salto para el hombre porque tendremos que compartir nuestra identidad e
igualdad. Dejaremos de llamarles máquinas y hasta ese entonces serán ciudadanos
con nombre. Un impacto en todos los sectores que causaría temor, envidia, al
igual que la felicidad y gratitud. En un mundo tan ambiguo, muchos se sentirán
afectados y otros agradecidos.

Estamos ante los avances de diferentes
investigadores y científicos para que esta gran maravilla se logre: El hombre jugando a ser Dios.
-Mapache.
Conciencia.
La conciencia (del latín conscientia “conocimiento compartido”, pero diferente de consciencia, ser conscientes de ello) se define en términos generales como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno, pero también se refiere a la moral o bien a la recepción normal de los estímulos del interior y el exterior. Concientia significa, literalmente <<con conocimiento>> (del latín cun scientia).
La conciencia es un concepto que tiene diferentes
acepciones dependiendo del contexto desde el cual se define. La palabra
proviene del latín cum scientil†a, que
significa “con conocimiento”, mientras
que la Real Academia de la Lengua Española señala que es la “capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de
juzgar sobre esa visión y reconocimiento”.
La palabra en sí se emplea de diferentes maneras,
en situaciones diversas y con intenciones variables, por ejemplo: “examen de conciencia”, “cargo de
conciencia”, “voz de la conciencia”.
En todo caso, es una incitación a la evaluación o
reflexión de las acciones, pensamientos, deseos personales y sus efectos en los
otros o, incluso, en el mundo.
El ser
humano, al igual que otras especies, nace con la capacidad de volverse un ser
potencia, ya que durante todo su desarrollo (físico y mental) irá adquiriendo
habilidades que le posibilitaran adaptarse, regularse y manejarse dentro de su
entorno. En este proceso, puede reconocer sus atributos esenciales y atender a
todas las modificaciones y cambios que
irá “experimentando”, explica Alicia Vélez.
En un inicio,
esta capacidad de reflexión estará orientada a sí mismo, pero
paulatinamente le permitirá juzgar también los estados del otro. Así, surgirán
algunas conductas a partir de la adquisición de conocimiento, que permitirán el
reconocimiento (o auto- reconocimiento),
la verificación y regulación (de nuestros
actos) ya que se analizan los efectos de nuestras conductas sobre los demás
y sobre uno mismo.
En declaraciones recientes, Bill Gates Y Stephen
Hawking ha advertido que la evolución de la inteligencia artificial es uno de los principales factores para la
extinción de la raza humana, ¿Cree esto posible? ¿Cuál es su opinión al
respecto? La inteligencia artificial como parte de la ciencia y la tecnología
su fin es hacer la vida más fácil al hombre, el problema es cuando se hace mal
uso de ella, como sucede con la energía nuclear, que usado en bien del hombre
sirve para curar enfermedades, generar energía eléctrica, pero que mal
utilizada puede destruir miles de vida en minutos.
La inteligencia artificial que me parece más
alarmante es en la aplicación militar: soldados robóticos, drones de todo tipo
y “sistemas” que destruyen vidas humanas. Pero bien utilizada podría por
ejemplo ayudar a curar enfermedades y reducir la pobreza.
En resumen, nos debe causar preocupación el uso
perverso que puedan hacer los humanos de la inteligencia Artificial.
¿Cuáles son los beneficios que la inteligencia artificial aparta a los seres humanos?
¿Cuáles son los beneficios que la inteligencia artificial aparta a los seres humanos?
La inteligencia Artificial ha creado algoritmos, dispositivos, maquinas, que actúan en beneficio de la humanidad.
Técnicas de la
inteligencia artificial como los agentes inteligentes, sistemas expertos, redes
neuronales, computación evolutiva, lógica difusa, visión artificial,
reconcomiendo de hablar, robótica, planificación, minería de datos etc. Son
utilizadas en diferentes entornos, debido a su capacidad de dotar de
comportamiento inteligente a muchas aplicaciones.
La
Inteligencia Artificial ha creado algoritmos, dispositivos, máquinas, que
actúan en beneficio de la humanidad.
Técnicas
de la Inteligencia artificial como los agentes inteligentes, sistemas expertos,
redes neuronales, computación evolutiva, lógica difusa, visión artificial,
reconocimiento del habla, robótica, planificación, minería de datos etc. son
utilizadas en diferentes entornos, debido a su capacidad de dotar de
comportamiento inteligente a muchas aplicaciones.
Se
puede encontrar muchas aplicaciones en Ingeniería, medicina, economía,
negocios, entretenimiento, comunicaciones etc.
La robótica, ayuda al
hombre a mejorar su calidad de vida al sustituirlo en labores repetitivas y
agotadoras, en tareas donde es imposible
que el hombre sobrevivía como lugares donde hay radiación nuclear o vertidos químicos. Robots inteligentes son
programados para la excavación en minería, en busca de combustibles, también
para investigaciones en las profundidades de los océanos y también en la
exploración de planetas.
Los buscadores de
información como Google usan potentes algoritmos inteligentes de búsqueda para
hallar información que requiere el usuario.
En el internet,
algoritmos inteligentes detectan nuestros gustos y comportamientos para
ofrecernos productos.
La medicina es un área
donde se aplica diversas técnicas de Inteligencia Artificial, en diagnóstico
médico, monitorización de pacientes, sistemas de procesamiento y análisis de
imágenes, clasificación de expresiones
genéticas a partir de bases de datos, etc.
¿Cuáles
serían las consecuencias del desarrollo de este tipo de tecnologías?
La medicina es un área
donde se aplica diversas técnicas de Inteligencia Artificial, en diagnóstico
médico, monitorización de pacientes, sistemas de procesamiento y análisis de
imágenes, clasificación de expresiones genéticas a partir de bases de datos,
etc.
¿En
qué área(s) se está enfocando la inteligencia artificial actualmente?
¿Hay
alguna prioridad?
Actualmente las investigaciones
se están enfocando en temas como la “ Inteligencia Amplificada”, es decir a partir de conjuntos de inmensas bases
de datos utilizar técnicas de IA como el aprendizaje automático para obtener
modelos de clasificación, predicción que ayuden a la toma de decisiones.
Junto con el Big Data y
la realidad aumentada se enfocan a contribuir al desarrollo de las “ciudades
inteligentes”
También se enfoca en
dotar a los dispositivos móviles de sistemas inteligentes con reconocimiento de
imágenes y de voz.
Junto con el “Internet
de las cosas” la IA se enfoca en interconectar
computadoras, televisores, electrodomésticos, coches para poderlos controlar y
manipular en forma remota.
La empresa de los grandes avances: SENTIENT
Sentient se construyó en
2007, y ha recibido más de 140 millones de dólares (unos 128 millones de euros) de fondos de inversión, de los cuales
el 71% lo recibieron hacia finales del año pasado. Hasta ahora la empresa se ha
centrado en la utilización de su tecnología para alimentar una técnica de
aprendizaje artificial conocida como algoritmos evolutivos que tratan de
generar la solución al problema, desde una población inicial de muchos algoritmos ligeramente distintos
entre sí. Los algoritmos de primera generación que consiguen el mayor
rendimiento se utilizan como la base próxima de la generación, y así
sucesivamente, mejorando las soluciones de cada nueva generación.
Pero no da más
información acerca de cuáles podrían
ser. Sentient ha colaborado en las investigaciones de la Universidad de Toronto
y el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts, de sus siglas en inglés, en
EEUU) para la creación de un software
capaz de predecir el desarrollo de la sepsis en pacientes de cuidados intensivos
a partir de datos como la presión sanguínea y otros indicadores vitales, cuenta
Hodjat.
Los resultados demostraron
que el software podía aviar del desarrollo de sepsis con una antelación de 30 minutos y una fiabilidad del 90%, pero
según el director de tecnología la empresa ha decidido no comercializar el
producto de ese trabajo.
Un momento futurista en
donde la inteligencia de las maquinas superaría la de los humanos, un momento
que ha bautizado como singularidad. Una superinteligencia benénvola capaz de
analizar el código genético humano a gran velocidad y desvelar el secreto de la
eterna juventud.
Pero ¿qué pasaría si no
fuera tan benévola? El filosofo y director del Instituto del Futuro de la
Humanidad de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Nick Bostrom, describe la siguiente situación en
su libro Superintelligence, que ha despertado
numerosos debates en torno al futuro artificial: , que ha despertado nuerosos
debates en torno al futuro de la inteligencia artificial: Imagina una máquina
que podamos llamar “maximizador de clips de papel”. Es decir, una maquina
programada para hacer el mayor númerode clip posibles.
Ahora imagina que de
alguna forma esta máquina se vuelve increíblemente inteligente. Dados sus
objetivos, podría decir que crear nuevas maquinas productoras de clips más
eficientes hasta que, al estilo del Rey Midas,
lo hubieran convertido básicamente todo en clips.
No pasa nada, podrás
decir, se puede programar la máquina para que fabrique exactamente un millón de
clips y se detenga. ¿Pero qué pasa si los fabrica y entonces decide comprobar
su trabajo? ¿Los ha contado correctamente? Tiene que ser más inteligente para
estar segura. La máquina superinteligente fabrica un material de computación en
crudo que aún no se ha inventado (llamémoslo”computronio”) y lo usa para
comprobar cada duda.
Pero cada duda da lugar
a más dudas digitales y así sucesivamente hasta que toda la tierra se convierte
en computronio. Excepto el millón de clips.
Bostrom no cree que el
maximizador de clips acabe siendo una realidad, no exactamente. E sun
experimento teórico, diseñado para demostrar cómo incluso un cuidadoso diseño
de los sistemas puede fracasar a la hora de controlar la inteligencia
automática extrema. Sin embargo, sí que
se cree que puede surgir una súper inteligencia y que, aunque podría ser
genial, también podría decidir que no necesita a los humanos para nada. O hacer
cualquier otra serie de cosas que acaben
por destruir al mundo. El capítulo 8 de su libro se titula: “¿El resultado por
defecto es la destrucción?”
La pregunta ”¿Una maquina
es capaz de pensar?” ha estado presente en la computación desde sus principios.
En 1950 Alan Turing propuso que se podía enseñar a las maquinas como a los
niños. John McCarthy, inventor del lenguaje de programación LIPS acuñó el
término “inteligencia artificial” en 1955. Cuando, durante las décadas de 1960
y1970, los investigadores en IA empezaron a usar ordenadores para reconocer
imágenes, traducir idiomas y comprender instrucciones e n el lenguaje natural y
no sólo código, la idea de que los
ordenadores acabarían desarrollando la capacidad de hablar y pensar - y por lo tanto de hacer el mal- llegó a la
cultura popular.
Cundo la investigación
en IA se quedó muy lejos de sus aspiraciones, quedo reducida prácticamente a
nada, dando lugar a un largo “invierno de la IA”. Aun así, durante las décadas
de 1980 y 1990, los autores de ciencia ficción como Vernor Vinge, quien
popularizó el concepto de la singularidad, continuaron portando la antorcha de
la maquina inteligente; investigadores como el robotista Hans Moravec, experto
en visión automática, y el ingeniero/ emprendedor Ray Kurzwell, autor del libro
de 1999 La era de las maquinas espirituales. Mientras Turing había
planteado la posibilidad de una
inteligencia similar a la humana, Vinge, Moravec,y Kurzweil pensaban a lo
grande: cuando un ordenador fuese capaz de pensar independientemente formas de conseguir objetivos, muy
probablemente sería, capaz de la introspección y por lo que tanto de poder
modificar su software y hacerse a sí misma más inteligente. En muy poco tiempo,
un ordenador de este tipo podría diseñar su propio hardware.
En la descripción de
Kurzweil esto daría lugar a una maravillosa era nueva. Estas máquinas tendrían
el conocimiento y la paciencia (medida en picosegundos) para resolver los
problemas más destacados de la nanotecnología y los vuelos espaciales;
mejorarían la condición humana y nos permitiría cargar nuestra conciencia a una
forma digital inmortal. La inteligencia se difundiría por el cosmos.
El libro de Bostrom es
una propuesta de investigación para hacerlo. Una súper inteligencia sería
parecida a un dios, pero ¿la movería la ira o el amor? Eso depende de nosotros (es decir, los ingenieros). Como
cualquier padre, debemos darle a nuestro hijo una serie de valores. Y no
cualquier valor, sino aquellos que van a favor
delos intereses de la humanidad. Básicamente estamos diciéndole a un
dios cómo queremos que nos traten ¿Cómo hacerlo? Bostrom se apoya mucho en la
idea de un pensador llamado Eliezer Yudkowsky que habla sobre la “voluntad
coherente extrapolada”, el “mejor yo” de toda la humanidad, al que se llegaría
por consenso. Y puesto que los humanos nunca estarán plenamente de acuerdo en
nada, a veces necesitaremos que decida por nosotros, para que tome las mejores
decisiones para la humanidad en general.
¿Cómo programamos entonces esos valores en nuestras superinteligencias
(potenciales)? ¿Qué clase de matemática podría definirlas? Estos son los
problemas que deberían estar resolviendo los investigadores ahora, según
Bostom. Afirma que es “la tarea esencial de nuestra época”.
Ahora mismo las personas
corrientes no tienen por qué pasar las noches en blanco pensando en robots
aterradores. No tenemos ninguna tecnología que se acerque, un de lejos, a la
superinteligencia. Pero por otra parte muchas de las empresas más grandes del
mundo están profundamente interesadas en hacer que sus ordenadores sean más
inteligentes. Una IA auténtica daría a
cualquiera de estas empresas una ventaja increíble. Tambien deberían conocer
sus inconvenientes potenciales y saber cómo evitarlos.
Esta sugerencia un poco
más sutil, que no habla de la catástrofe inminente que llegará de la mano de la
IA, es la base de una carta abierta en el sitio web del Instituto El Futuro de
la Vida, el grupo que recibió el donativo de Musk. En vez de avisar de un
desastre existencial, la carta pide más investigación para cosechar los
beneficios de la IA “al mismo tiempo que se evitan posibles contratiempos” Esta
carta está firmada no sólo por personas no relacionadas con la IA como Hawking,
Musk Y Bostrom, sino también por importantes investigadores en computación
(entre ellos Demis Hassabis uno de los principales investigadores en IA). Se
entiende por qué. Después de todo si se desarrollan una inteligencia artificial
que no comparte los mejores valores humanos, significará que no fueron los
suficientemente inteligentes como para controlar sus propias creaciones.
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