jueves, 11 de junio de 2015

¿Que pasará cuando la conciencia y la IA formen parte de uno solo?

1.- “Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2.- Un robot debe de obedecer las  órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
3.- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en  conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.”
-Isaac Asimov


Estas leyes surgen como medida de protección para los seres humanos. Según el propio Asimov, la concepción de las leyes de la róbotica quería contrarrestar un supuesto “complejo de Frankenstein,” es decir, temor que el ser humano desarrollaría frente a unas máquinas que hipotéticamente pudieran revelarse y alzarse contra sus creadores. De intentar siquiera desobedecer una de las leyes, el cerebro positrónico del robot moriría. A un primer nivel no representa ningún problema dotar a los robots con tales leyes, a fin de cuentas, son máquinas creadas por el hombre para su servicio. La complejidad reside en que el robot pueda distinguir cuáles son todas la situaciones que abarcan las tres leyes, o sea poder deducirlas en el momento. Por ejemplo  saber en determinada situación si una persona esta corriendo peligro o no, y deducir cuál es la fuente del daño.
Las tres leyes de la robótica representan el código moral del robot. Un robot va a actuar siempre bajo los imperativos de sus tres leyes. Para todos los efectos, un robot se comportará como un ser moralmente correcto. Sin embargo, es lícito preguntar: ¿Es posible que un roto viole  alguna de sus tres leyes? ¿Es posible que un robot “dañe a un ser humano? La mayor parte de las historias de robots de Asimov se basan en situaciones en las que  a pesar de las tres leyes, podríamos responder a las anteriores preguntas con un “si”.
Asimov crea un universo en el que los robots son parte fundamental a lo largo de diez mil años de historia humana, y siguen teniendo un papel determinante durante diez mil años más. Es lógico pensar que el nivel de desarrollo de los robots variaría con el tiempo, incrementándose su nivel de complejidad cada vez más. Según Asimov, un robot no razona, es lógico.

Cambios

La evolución aun nos deja mucho de qué hablar, pero el hambre del ser humano por el conocimiento es voraz y estos dos temas abarca una gran importancia en nuestro tiempo  y en los años venideros; el encontrar una máquina que pruebe dar indicios de que se vea como un “yo” de que entienda cómo funciona su creatividad, será la parte en  donde la conciencia se tomará de otra manera, refiriéndose a las máquinas de nuestro futuro.
El tener conciencia del “uno” como existencia, como ser pensante y que tenga  alternativas, será una etapa de desafíos para la máquina y la humanidad. Sabemos que  un tipo de inteligencia de artificial es  ya una realidad, que se usa en reconocimiento de imágenes, voz detector de elementos en fotografías, autos inteligentes, etc; pero aún sigue teniendo un abismal camino a lo que nos muestra la ciencia ficción y que los científicos quieren lograr.
De tras de toda la magia de nuestros dispositivos, están las grandes empresas como Google, Facebook, Sentient (este último presumiendo, sobre la capacidad de conectar cientos de mi les de ordenadores a internet para que trabajen juntos, como si fueran una sola máquina.) entre otras. Pero ninguno ha logrado obtener de  la maquina o de ciento de ordenadores creados; que la maquina por si misma decida y escoja su rol dentro de la sociedad humana. En pocas palabras aun las maquinas no tienen conciencia de lo que son. No son capaces de usar su creatividad, ni reflexionar por sus acciones, de tener pensamiento o sueños y algo que se  habla mucho en libros y películas de ciencia ficción es que: no tienen sentimientos.
Cabe mencionas que será, a mi punto de vista un gran salto para el hombre porque tendremos que compartir nuestra identidad e igualdad. Dejaremos de llamarles máquinas y hasta ese entonces serán ciudadanos con nombre. Un impacto en todos los sectores que causaría temor, envidia, al igual que la felicidad y gratitud. En un mundo tan ambiguo, muchos se sentirán afectados y otros agradecidos.
Las maquinas podrían ser el remedio a todos nuestros errores, a llegar donde ningún hombre podría  o podrá llegar, sería la principal fuente del conocimiento  y seguir aprendiendo, una maquina tan poderosa que  rompería los limites terrenales para llegar al conocimiento del universo. Pero, por otro lado una máquina que use su superinteligencia y viera en nosotros y en la naturaleza esos errores que nos vuelven vulnerables y naturales, tal vez se daría cuenta que seriamos innecesarios. Volviéndonos en un parasito dentro de su nuevo habitad de conocimientos adquiridos.
Estamos ante los avances de diferentes investigadores y científicos para que esta gran maravilla se logre: El hombre jugando a ser Dios.
-Mapache.
Conciencia.


La conciencia (del latín conscientia “conocimiento compartido”, pero diferente de consciencia, ser conscientes de ello) se define en términos generales como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno, pero también se refiere a la moral o bien a la recepción normal de los estímulos del interior y el exterior. Concientia significa, literalmente <<con conocimiento>> (del latín cun scientia).
La conciencia es un concepto que tiene diferentes acepciones dependiendo del contexto desde el cual se define. La palabra proviene del latín cum scientil†a, que significa “con conocimiento”, mientras que la Real Academia de la Lengua Española señala que es la “capacidad de los seres humanos  de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento”.
La palabra en sí se emplea de diferentes maneras, en situaciones diversas y con intenciones variables, por ejemplo: “examen de conciencia”, “cargo de conciencia”, “voz de la conciencia”.
En todo caso, es una incitación a la evaluación o reflexión de las acciones, pensamientos, deseos personales y sus efectos en los otros o, incluso, en el mundo.
El  ser humano, al igual que otras especies, nace con la capacidad de volverse un ser potencia, ya que durante todo su desarrollo (físico y mental) irá adquiriendo habilidades que le posibilitaran adaptarse, regularse y manejarse dentro de su entorno. En este proceso, puede reconocer sus atributos esenciales y atender a todas  las modificaciones y cambios que irá  “experimentando”, explica  Alicia Vélez.
En un inicio,  esta capacidad de reflexión estará orientada a sí mismo, pero paulatinamente le permitirá juzgar también los estados del otro. Así, surgirán algunas conductas a partir de la adquisición de conocimiento, que permitirán el reconocimiento (o auto- reconocimiento), la verificación y regulación (de nuestros actos) ya que se analizan los efectos de nuestras conductas sobre los demás y sobre uno mismo.
I.A

En declaraciones recientes, Bill Gates Y Stephen Hawking ha advertido que la evolución de la inteligencia artificial  es uno de los principales factores para la extinción de la raza humana, ¿Cree esto posible? ¿Cuál es su opinión al respecto? La inteligencia artificial como parte de la ciencia y la tecnología su fin es hacer la vida más fácil al hombre, el problema es cuando se hace mal uso de ella, como sucede con la energía nuclear, que usado en bien del hombre sirve para curar enfermedades, generar energía eléctrica, pero que mal utilizada puede destruir miles de vida en minutos.
La inteligencia artificial que me parece más alarmante es en la aplicación militar: soldados robóticos, drones de todo tipo y “sistemas” que destruyen vidas humanas. Pero bien utilizada podría por ejemplo ayudar a curar enfermedades y reducir la pobreza.
En resumen, nos debe causar preocupación el uso perverso que puedan hacer los humanos de la inteligencia Artificial.
¿Cuáles son los beneficios que la inteligencia artificial aparta a los seres humanos?

La inteligencia Artificial ha creado algoritmos, dispositivos, maquinas, que actúan en beneficio de la humanidad.
Técnicas de la inteligencia artificial como los agentes inteligentes, sistemas expertos, redes neuronales, computación evolutiva, lógica difusa, visión artificial, reconcomiendo de hablar, robótica, planificación, minería de datos etc. Son utilizadas en diferentes entornos, debido a su capacidad de dotar de comportamiento inteligente a muchas aplicaciones.
La Inteligencia Artificial ha creado algoritmos, dispositivos, máquinas, que actúan en beneficio de la humanidad.
Técnicas de la Inteligencia artificial como los agentes inteligentes, sistemas expertos, redes neuronales, computación evolutiva, lógica difusa, visión artificial, reconocimiento del habla, robótica, planificación, minería de datos etc. son utilizadas en diferentes entornos, debido a su capacidad de dotar de comportamiento inteligente a muchas aplicaciones.
Se puede encontrar muchas aplicaciones en Ingeniería, medicina, economía, negocios, entretenimiento, comunicaciones etc.

La robótica, ayuda al hombre a mejorar su calidad de vida al sustituirlo en labores repetitivas y agotadoras, en tareas  donde es imposible que el hombre sobrevivía como lugares donde hay radiación nuclear  o vertidos químicos. Robots inteligentes son programados para la excavación en minería, en busca de combustibles, también para investigaciones en las profundidades de los océanos y también en la exploración de planetas.
Los buscadores de información como Google usan potentes algoritmos inteligentes de búsqueda para hallar información que requiere el usuario.
En el internet, algoritmos inteligentes detectan nuestros gustos y comportamientos para ofrecernos productos.
La medicina es un área donde se aplica diversas técnicas de Inteligencia Artificial, en diagnóstico médico, monitorización de pacientes, sistemas de procesamiento y análisis de imágenes, clasificación de  expresiones genéticas a partir de bases de datos, etc.

¿Cuáles serían las consecuencias del desarrollo de este tipo de tecnologías?

La medicina es un área donde se aplica diversas técnicas de Inteligencia Artificial, en diagnóstico médico, monitorización de pacientes, sistemas de procesamiento y análisis de imágenes, clasificación de expresiones genéticas a partir de bases de datos, etc.

¿En qué área(s) se está enfocando la inteligencia artificial actualmente?
¿Hay alguna prioridad?
Actualmente las investigaciones se están enfocando en temas como la “ Inteligencia Amplificada”, es  decir a partir de conjuntos de inmensas bases de datos utilizar técnicas de IA como el aprendizaje automático para obtener modelos de clasificación, predicción que ayuden a la toma de decisiones.
Junto con el Big Data y la realidad aumentada se enfocan a contribuir al desarrollo de las “ciudades inteligentes”
También se enfoca en dotar a los dispositivos móviles de sistemas inteligentes con reconocimiento de imágenes y de voz.
Junto con el “Internet de  las cosas” la IA se enfoca en interconectar computadoras, televisores, electrodomésticos, coches para poderlos controlar y manipular en forma remota.

La empresa de los grandes avances: SENTIENT

Sentient se construyó en 2007, y ha recibido más de 140 millones de dólares (unos 128 millones de  euros) de fondos de inversión, de los cuales el 71% lo recibieron hacia finales del año pasado. Hasta ahora la empresa se ha centrado en la utilización de su tecnología para alimentar una técnica de aprendizaje artificial conocida como algoritmos evolutivos que tratan de generar la solución al problema, desde una población inicial  de muchos algoritmos ligeramente distintos entre sí. Los algoritmos de primera generación que consiguen el mayor rendimiento se utilizan como la base próxima de la generación, y así sucesivamente, mejorando las soluciones de cada nueva generación.

Pero no da más información acerca de  cuáles podrían ser. Sentient ha colaborado en las investigaciones de la Universidad de Toronto y el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts, de sus siglas en inglés, en EEUU)  para la creación de un software capaz de predecir el desarrollo de la sepsis en pacientes de cuidados intensivos a partir de datos como la presión sanguínea y otros indicadores vitales, cuenta Hodjat.
Los resultados demostraron que el software podía aviar del desarrollo de sepsis con una antelación de  30 minutos y una fiabilidad del 90%, pero según el director de tecnología la empresa ha decidido no comercializar el producto de ese trabajo.

Singularidad.


Un momento futurista en donde la inteligencia de las maquinas superaría la de los humanos, un momento que ha bautizado como singularidad. Una superinteligencia benénvola capaz de analizar el código genético humano a gran velocidad y desvelar el secreto de la eterna juventud.
Pero ¿qué pasaría si no fuera tan benévola? El filosofo y director del Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Nick  Bostrom, describe la siguiente situación en su libro Superintelligence, que ha despertado numerosos debates en torno al futuro artificial: , que ha despertado nuerosos debates en torno al futuro de la inteligencia artificial: Imagina una máquina que podamos llamar “maximizador de clips de papel”. Es decir, una maquina programada para hacer el mayor númerode clip posibles.
Ahora imagina que de alguna forma esta máquina se vuelve increíblemente inteligente. Dados sus objetivos, podría decir que crear nuevas maquinas productoras de clips más eficientes hasta que, al estilo del Rey Midas,  lo hubieran convertido básicamente todo en clips.
No pasa nada, podrás decir, se puede programar la máquina para que fabrique exactamente un millón de clips y se detenga. ¿Pero qué pasa si los fabrica y entonces decide comprobar su trabajo? ¿Los ha contado correctamente? Tiene que ser más inteligente para estar segura. La máquina superinteligente fabrica un material de computación en crudo que aún no se ha inventado (llamémoslo”computronio”) y lo usa para comprobar cada duda.
Pero cada duda da lugar a más dudas digitales y así sucesivamente hasta que toda la tierra se convierte en computronio. Excepto el millón de clips.
Bostrom no cree que el maximizador de clips acabe siendo una realidad, no exactamente. E sun experimento teórico, diseñado para demostrar cómo incluso un cuidadoso diseño de los sistemas puede fracasar a la hora de controlar la inteligencia automática extrema. Sin embargo, sí que  se cree que puede surgir una súper inteligencia y que, aunque podría ser genial, también podría decidir que no necesita a los humanos para nada. O hacer cualquier  otra serie de cosas que acaben por destruir al mundo. El capítulo 8 de su libro se titula: “¿El resultado por defecto es la destrucción?”
La pregunta ”¿Una maquina es capaz de pensar?” ha estado presente en la computación desde sus principios. En 1950 Alan Turing propuso que se podía enseñar a las maquinas como a los niños. John McCarthy, inventor del lenguaje de programación LIPS acuñó el término “inteligencia artificial” en 1955. Cuando, durante las décadas de 1960 y1970, los investigadores en IA empezaron a usar ordenadores para reconocer imágenes, traducir idiomas y comprender instrucciones e n el lenguaje natural y no sólo código, la idea de  que los ordenadores acabarían desarrollando la capacidad de hablar y pensar  - y por lo tanto de hacer el mal- llegó a la cultura popular.
Cundo la investigación en IA se quedó muy lejos de sus aspiraciones, quedo reducida prácticamente a nada, dando lugar a un largo “invierno de la IA”. Aun así, durante las décadas de 1980 y 1990, los autores de ciencia ficción como Vernor Vinge, quien popularizó el concepto de la singularidad, continuaron portando la antorcha de la maquina inteligente; investigadores como el robotista Hans Moravec, experto en visión automática, y el ingeniero/ emprendedor Ray Kurzwell, autor del libro de 1999  La era de las maquinas espirituales. Mientras Turing había planteado la posibilidad  de una inteligencia similar a la humana, Vinge, Moravec,y Kurzweil pensaban a lo grande: cuando un ordenador fuese capaz de pensar independientemente  formas de conseguir objetivos, muy probablemente sería, capaz de la introspección y por lo que tanto de poder modificar su software y hacerse a sí misma más inteligente. En muy poco tiempo, un ordenador de este tipo podría diseñar su propio hardware.
En la descripción de Kurzweil esto daría lugar a una maravillosa era nueva. Estas máquinas tendrían el conocimiento y la paciencia (medida en picosegundos) para resolver los problemas más destacados de la nanotecnología y los vuelos espaciales; mejorarían la condición humana y nos permitiría cargar nuestra conciencia a una forma digital inmortal. La inteligencia se difundiría por el cosmos.
El libro de Bostrom es una propuesta de investigación para hacerlo. Una súper inteligencia sería parecida a un dios, pero ¿la movería la ira o el amor? Eso depende  de nosotros (es decir, los ingenieros). Como cualquier padre, debemos darle a nuestro hijo una serie de valores. Y no cualquier valor, sino aquellos que van a favor  delos intereses de la humanidad. Básicamente estamos diciéndole a un dios cómo queremos que nos traten ¿Cómo hacerlo? Bostrom se apoya mucho en la idea de un pensador llamado Eliezer Yudkowsky que habla sobre la “voluntad coherente extrapolada”, el “mejor yo” de toda la humanidad, al que se llegaría por consenso. Y puesto que los humanos nunca estarán plenamente de acuerdo en nada, a veces necesitaremos que decida por nosotros, para que tome las mejores decisiones para la  humanidad en general. ¿Cómo programamos entonces esos valores en nuestras superinteligencias (potenciales)? ¿Qué clase de matemática podría definirlas? Estos son los problemas que deberían estar resolviendo los investigadores ahora, según Bostom. Afirma que es “la tarea esencial de nuestra época”.
Ahora mismo las personas corrientes no tienen por qué pasar las noches en blanco pensando en robots aterradores. No tenemos ninguna tecnología que se acerque, un de lejos, a la superinteligencia. Pero por otra parte muchas de las empresas más grandes del mundo están profundamente interesadas en hacer que sus ordenadores sean más inteligentes. Una IA  auténtica daría a cualquiera de estas empresas una ventaja increíble. Tambien deberían conocer sus inconvenientes potenciales y saber cómo evitarlos.
Esta sugerencia un poco más sutil, que no habla de la catástrofe inminente que llegará de la mano de la IA, es la base de una carta abierta en el sitio web del Instituto El Futuro de la Vida, el grupo que recibió el donativo de Musk. En vez de avisar de un desastre existencial, la carta pide más investigación para cosechar los beneficios de la IA “al mismo tiempo que se evitan posibles contratiempos” Esta carta está firmada no sólo por personas no relacionadas con la IA como Hawking, Musk Y Bostrom, sino también por importantes investigadores en computación (entre ellos Demis Hassabis uno de los principales investigadores en IA). Se entiende por qué. Después de todo si se desarrollan una inteligencia artificial que no comparte los mejores valores humanos, significará que no fueron los suficientemente inteligentes como para controlar sus propias creaciones.
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